Es hora de permitir que se activen todos nuestros potenciales y capacidades como Seres Humanos.
Es hora de evolucionar hacia una percepción más amplia de ti mismo y del Universo.
Es hora de Re‐conectarte con tu Ser interno y multidimensional.
¿Es hora para ti?
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Alejandra
aleportis@hotmail.com
LOS VERDADEROS SANADORES
LOS VERDADEROS SANADORES
Los mejores sanadores son discretos en su trabajo. Ellos sellaron el
ego y dejan al corazón fluir en sereno amor. El tacto de sus manos es
cálido y generoso. Tienen manos de Luz! En la parte superior de su
cabeza se derrama la Sabiduría Celestial...Y al mismo tiempo, la
vitalidad de la tierra besa sus pies. Mientras tanto, los pétalos de
loto de sus corazones se abren. Y se convierten en templos vivos de la
Luz sanadora! Son tranquilos y conscientes de su tarea. Saben que es la
luz del amor la que sana, no ellos. Están naturalmente satisfechos, los
seres divinos velan por ellos. Son la paz perenne! No tienen posturas
arrogantes, son simples y alegres. Son muy agradecidos al Gran Espíritu,
al Gran Sanador. Transitan la existencia sin juzgar a nadie. Ellos son
la serena luz! Son sanadores, de los demás y de ellos mismos.
Transitan su camino sin deshonrar la ruta de los demás. No hacen daño a nadie, porque son felices.
Sus actos son lúcidos! Oh, estos curadores, hermosos y tranquilos,
navegan en la luz! Son estrellas encarnadas, actuando en nombre del
Altísimo. A menudo, en silencio, ellos abrazan a la humanidad!
No
esperan nada, sólo abrazan el alma del mundo. Sí, no esperan nada, sólo
agradecen al gran Sanador. Ellos saben que hay un momento correcto para
todo. Por lo tanto, ellos trabajan en el momento justo de su corazón
saben que cada momento es tiempo para aprender. Ellos se manifiestan en
todas partes, y columnas de luz iluminan sus senderos. A menudo, sienten
el dolor del mundo, en sí mismos. En esos momentos, se reúnen en
oración y aprovechan las elevadas fuerzas. Y aletean sus manos llenas de
luz, bajo el comando del corazón. No hay orgullo en ellos, solo
satisfacción callada.
No hay lucha o competencia en su camino,
sólo cura. Ellos caminan en el Dharma, como el Altísimo les instruyó. Y
saben que sólo el Gran Sanador conoce lo que hay en sus mentes y almas.
Son conscientes de que, mediante el perfeccionamiento de los
demás, su Karma se disuelve en la luz. Mejorando a los hombres, ellos
también se mejoran, y todo el mundo crece. Siempre agradecen a los
ángeles de la sanación, por la inspiración de su trabajo. Y dicen,
felices: "Señor, nada es mío, todo es tuyo. Incluso yo! Ellos son
sanadores y agentes de sanación interdimensional.
Están encarnados,
pero son estrellas. Sanadores invisibles de los hombres, del Espíritu y
de ellos también. Ellos son de la Luz!
Traducción: Ángeles Rodeiro

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