Comparto .....
Se
dice a menudo “eres lo que piensas”, lo cual no está alejado de la
realidad. Porque a los pensamientos le siguen las palabras y a estas los
hechos. O sea que definitivamente nuestro comportamiento se verá
afectado por los pensamientos que alberga nuestra mente.
Existen muchas formas de clasificar a los pensamientos, una de ellas los divide en deductivos, inductivos, analíticos, creativos, instintivos, sistémicos, críticos, interrogativos y los pensamientos sociales.
Pero de forma esquemática y para que podamos entender cómo influyen en
nuestras conductas, los ordenaremos de la siguiente forma:
1) Pensamientos automáticos
2) Pensamientos necesarios.
3) Pensamientos inútiles.
4) Pensamientos negativos.
5) Pensamientos positivos o saludables.
Hay que tener en cuenta que producimos entre 30.000 y 50.000
pensamientos en el día. Los automáticos, como su nombre lo indica son
aquellos que aparecen espontáneamente frente a un disparador, pueden ser
buenos o malos.
Lo pensamientos necesarios son aquellos con
los cuales construimos nuestra vida diaria, la rutina: actividades para
hoy, comidas, obligaciones, compromisos etc.
Los inútiles son
aquello que no nos aportan nada, ni constructivo ni negativo.
Generalmente están vinculados al pasado (si hubiese hecho esto o
aquello…) o a cosas que no podemos cambiar. También existen pensamientos
inútiles vinculados al futuro (¿Qué va a ocurrir si….? O ¿Cómo va a
ocurrir…? Hay que tener en cuenta que la concentración se debilita
cuando abundan estos pensamientos.
Los peores de todos son los
pensamientos negativos, que generan una gran pérdida de paz y fuerza
interior. Estos pensamientos no nos aportan nada saludable y están
basados en emociones negativas como ira, avaricia, desacuerdos,
envidias, celos etc. No solo no construyen nada positivo en nuestras
vidas, sino que además siempre son difíciles de comprobar por la
subjetividad con que están cargados.
Finalmente se halla la
“perla” que todos deseamos tener, los pensamientos positivos. Estos son
capaces de generar fuerza interior y son constructivos. Los pensamientos
positivos no desconocen la realidad, sino que son capaces de encontrar
alguna arista positiva a los problemas y esto puede traer aparejadas
soluciones. Generan estados de bienestar que nos permiten ser tolerantes
y comprensivos con los demás, y aceptarlos tal como son.
Todo
esto tiene su correlato orgánico, los pensamientos positivos generan
liberación de hormonas, mediadores químicos y neurotransmisores que
provocan estados placenteros y aumentan nuestras defensas. Con ellos
tomamos decisiones acertadas y nos volvemos más creativos.
CONVIERTE TU MENTE EN TU MEJOR AMIGO
Según la psicología cognitiva, no son los hechos los que nos generan
los diferentes estados emocionales, sino el cómo interpretamos los
acontecimientos.
Prueben hacer lo siguiente (es un ejercicio
un poco tedioso al comienzo, luego se transforma en automático): traten
de ver algo “bueno” dentro de una mala noticia.
También hay algunas
técnicas que pueden ayudar a este propósito: 1) Las afirmaciones (las
hay de muchos tipos de salud, bienestar, amor, autoestima etc.; 2) La
visualización (llena tu casa de carteles que expresen el sentimiento que
deseas o aquello que es bueno para vos; 3) La meditación (calla tu
mente). Otra manera de hacerlos conscientes es anotar en una pequeña
libreta las cosas que nos hacen sentir mal, y que tipo de sentimiento
nos generan.
FELICIDAD Y GRATITUD
La psicología
positiva nos enseña que ser feliz hace que se produzcan más cosas buenas
en la vida de una persona, porque la felicidad hace que las personas
obtengan resultados más positivos en todas las áreas de su vida y tengan
también relaciones más satisfactorias. La felicidad trae más felicidad.
Mostrar gratitud mejora el bienestar, la satisfacción personal y la
felicidad, aumenta la autoestima, incrementa la conducta ética y ayuda a
afrontar el estrés, los traumas y la adversidad. Observar a otras
personas hacer buenas acciones produce un estado llamado elevación, que
te lleva a querer hacer cosas buenas a ti también.
El mejor día de tu vida es aquél en que te sientes competente, autónomo y conectado a otros.
Espero que este será uno de nuestros mejores días, les envió una abrazo de corazón a corazón. Alberto 30-08-13 Alberto Cubero , medico oncologo
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