KRYON
canalizado por Lee Carroll
Indianápolis,
Indiana
28
de julio de 2012
Saludos, queridos,
Yo Soy Kryon, del Servicio
Magnético.
Yo sé quién está
aquí. Y lo digo de la manera más amorosa: yo sé quién está aquí. Yo sé quién
está escuchando, sé quién está leyendo. El reloj, tal como lo conoces, no existe
en mi lado del velo. Tu realidad no es la mía. A veces hablo de cosas que están en tu
futuro, pero para nosotros están sucediendo ahora, basados en los potenciales
que se ven más fuertes. Pero podemos interactuar los dos, porque el lazo más
poderoso que podemos tener es lo que tú llamarías el Amor del Akasha. El lazo viene en el número de vidas, el mismo
acorde del alma que tienes y yo conozco y, por supuesto, el amigo que eres
cuando no estás simulando ser un Humano. Mucho antes de que hubiera planetas y
galaxias, tú y yo corríamos juntos por el Universo.
Es difícil explicar
las cosas que están más allá de toda explicación, porque el atributo de la
Fuente Creadora es que siempre ha sido. Es una Fuerza que no tiene tiempo en
absoluto: ella siempre es. El Tiempo, entonces, es un atributo que le ha sido
impuesto a todo mediante el intelecto del Ser Humano corpóreo que existe en 3
dimensiones. Van a mirar todas las cosas y van a decir: “¿De
veras? ¿Cuándo sucedió? ¿Cuándo
sucederá? ¿Dónde podría ser?” Y todas esas preguntas no tienen sentido
en mi lado del velo.
No tienes idea de lo
que has pasado antes de estar aquí sobre Gaia. No sabes qué te espera. Si
supieras que estás sobre un puente, a punto de cruzar, sabrías de las cosas
buenas que disfrutarás la próxima vez que vengas -o tal vez esta vez misma- y
que están esperando a tus hijos. Sabrías que el legado que has dejado aquí
con tu huella será sentido en la galaxia por todos los tiempos. Es así de
decisivo.
Y todos estos
potenciales sólo eran potenciales cuando me senté ante ustedes no hace mucho
tiempo, unos 25 años atrás, cuando hice que mi socio se dirigiese a ustedes y se
esforzase por pronunciar las palabras: “Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.”
Y llegamos a lo
básico. En sus conferencias, mi socio describe las cosas que están fuera de tu
realidad. Te hablamos en términos multidimensionales para que seas capaz de darte cuenta de que debes
ampliar los límites de lo que verdaderamente piensas que es real. Al ampliar
esos límites, se expande un elemento de tu personalidad que ni sabes que tienes
y que es realmente la Fuerza Creadora que te conduce a regiones que aún no
conoces. (Risa de Kryon). Y me río porque está
claro para nosotros y es un misterio para ti. Pero el misterio empieza a
aclararse cuando empujas las paredes de ese salón de la
realidad.
Ser Humano, todas
estas metáforas significan que, en algún nivel, debes sentarte a solas y
analizar qué es lo que tienes que cambiar.
Planteamos temas
difíciles que son personales. El título de esta corta canalización es similar al
de las que dimos antes: La Recalibración del Yo,
Nº 3.
Empezamos a formular
las preguntas que son realmente básicas. ¿Serás capaz de avanzar? ¿Hay algo que
te está deteniendo? ¿Hay bloqueos? ¿Cómo saber? ¿Puedes encararlo
sencillamente?
He aquí la premisa:
Como en todo lo demás que hiciste en tu vida, tiene que haber algún
reconocimiento de la preparación. ¿Puedes empezar a ahondar en el Akasha con intención pura, como te dijimos que estás en
condiciones de hacer? Sí. ¿Puedes empezar a traer cosas que retarden tu
envejecimiento? Sí. ¿Puedes empezar a cambiar tu vida al grado de poder empezar
a ver a un Ser Humano pacífico donde tal vez no hay uno ahora? Sí. ¿Puedes traer
soluciones para problemas que tú no crees que se puedan resolver? Sí. Pero
tendrás que prepararte.
Y ahora pasamos a
los temas difíciles. Los psicólogos lo ven de manera diferente a la nuestra.
Pero, como ellos dicen, tienes que empezar a hacer un balance de quién eres.
Tienes que observar lo básico, muy, pero muy intensamente. Y hacerte las
preguntas difíciles que vamos a enumerar. Es una lista de cinco
puntos.
Mira dentro de ti.
¿Estás listo? Y me dirás: “Sí, lo estoy.” Y yo diré: Probablemente,
no.
Quiero que mires a
los Maestros del Planeta, que realmente examines sus vidas y que te preguntes:
¿Estoy listo? Es hora de que asimiles algunos de los atributos que enseñaron
todos ellos. No es tan difícil, querido. Empieza con la comprensión, el
reconocimiento y la intención.
He aquí
la lista:
Número
uno: El Miedo
¿De qué tienes
miedo? Y tú dirás: “No tengo miedo de nada,
estoy listo para irme.” Te voy a decir algo: Tienes miedo de muchas
cosas que ni siquiera reconoces. Y tal vez ni siquiera sepas de ellas porque
están muy escondidas en tu Akasha aunque afecten
cada día de tu vida. Y es por eso que muchos de ustedes son disfuncionales.
Llevas contigo cosas de tu pasado que se incrustan en un lugar de tu conducta y
hacen que te desvíes cuando ves venir algo que no te gusta. Eso es miedo. Tal
vez no esté en el tope de la lista, pero es un miedo.
Entonces, la primera
pregunta es: ¿Eso cambia quien eres, lo que podrías hacer y adónde podrías no
ir? Y la respuesta es: ¡Oh, sí! Y tú dirás: “¡Espera un minuto, Kryon!” Y yo diré: Espera tú un minuto. Hablaré de eso en un
minuto.
Número
dos: El Ego
“Bueno, Kryon, no
necesitas preocuparte por eso, ya lo solucioné años atrás.” Ah, ¿de
veras? Permíteme una pregunta: Cuando estás con otros Trabajadores de la Luz,
¿de qué hablas? ¿Te sientas y
escuchas y te deleitas en la belleza de lo que ellos tienen para decir, o te
pones a hablar de lo que estás haciendo tú? (Risa de Kryon) Hablas de cómo trabajas sobre ti mismo, sobre tus
procesos. Es una forma de ego, querido, por si no lo sabías. Tal vez estés
orgulloso de cuánto has logrado en tus procesos. Apenas puedes esperar para
contárselo a todos. Así que te doy un ejercicio: La próxima vez que vayas a una
cena, la próxima vez que salgas con amigos, he aquí tu tarea. Y averigua si te
resultó fácil o difícil. No digas nada sobre ti mismo. ¡Cero! A menos que te
pregunten. Esto te va a decir cuál es tu hábito. Hay algunos entre ustedes que
lo tiran sobre la mesa para que todos los demás se enteren, ya sea que quieran
enterarse o no. Ese es el ego de un Trabajador de la Luz orgulloso de lo que ha
hecho. ¿Los Maestros de la Tierra hacían eso? Cuando se reunían con otros, ¿los
oías hablar de sí mismos? La respuesta es no. Se sentaban a los pies de quienes
venían a verlos, los escuchaban y enseñaban y los alimentaban. Y los
amaban.
Número
tres: La Ira
¿Y qué hay de la
ira? Y tú dirás: “Bueno, yo no me enojo muy a menudo.” Yo no te pregunté eso. ¿Qué te hace
enojar y por qué? ¿Cuál es el detonante? ¿Y por qué está allí? ¿Cuál era el
detonante en los Maestros? Te doy
la respuesta: no tenían. No, realmente. Realmente, no. Tenían desilusión. Y las
cosas que los desilusionaban eran las que los desilusionan a muchos de ustedes.
La guerra desilusiona. La inhumanidad desilusiona, la falta de equilibrio
desilusiona.
¿Qué te enojas? ¿Qué
desata la ira en ti? Y tú sabes qué es. Si tienes alguna cosa que siempre te
hace enojar, tienes algo que trabajar. Y dirás: “Espera un minuto, Kryon. ¡Eso no es culpa mía!” Y yo diré: Espera tú un minuto. Ya voy a llegar a
eso.
Número
cuatro: Reacción
¿Ante qué
reaccionas? ¿Qué es lo que hace que apenas puedas esperar para retrucar? Tal vez
es político. Alguien dice algo y tú tienes otra cosa para decir. Reaccionas. ¿Qué te saca de tus casillas?
No es ira. Es reacción. Te digo qué es la reacción: defensa. Si alguien dice
algo sobre ti que no es cierto sino descaradamente falso, sea por su ignorancia
o por algún malentendido, ¿reaccionas? ¿Quieres poner las cosas en su lugar, tal
vez? ¿Quieres decirle qué es lo correcto, tal vez? ¿Y cuánto de eso viste en los
Maestros que caminaron por este planeta, querido? Cuando los acusaban, ¿los
veías estallar? ¿O darles un sermón sobre lo que estaban haciendo mal? ¡No había
disparador! ¡No había reacción! ¿Te diste cuenta? Los Maestros estaban en paz completa y
total. Alguien te dice algo de política… Más vale que trabajes sobre
eso.
- “Un
momento, Kryon. ¡eso no
es culpa mía!”
-
Número
cinco: Emitir Juicio
Espera tú un momento. ¿Estarás juzgando
a alguien o a algo?. Cualquier cosa. A cualquiera.
Cuando miras a otro, ¿qué es lo primero que ves? Y tú dices: “¡Yo
no soy una persona juzgadora!” Yo no te pregunté eso. ¿Qué es
lo que ves? ¿Qué veían los Maestros cuando miraban a alguien? Veían a Dios en
él. Es lo primero que veían. No importaba la situación, no importaba el lugar,
no importaba el contexto.
Alguien te encierra
en la autopista, ¿ves a Dios en él? (Risa de Kryon). ¿Entiendes lo que digo? ¿Cuál es tu disparador,
querido?
Tú haces tus
suposiciones y el Ser Humano tiene las suyas. De modo que ahora dejo
hablar al Ser Humano y digo: “No comprendes. Ya vine con estas cosas y he tratado de
erradicarlas toda mi vida. Sí, ya sé que a veces juzgo y a veces reacciono y a
veces me enojo y no me puedo contener con la política. Es lo que mis padres me
enseñaron y está incrustado en mi mente. No puedo evitar hacer ciertas cosas
como las hago, porque es lo que soy, Kryon. ¡Soy un
Ser Humano y no soy realmente un Maestro, de modo que no hay
caso!” (Risa de Kryon). Porque estos son atributos humanos y yo te digo:
¡Ya era hora de que entendieras qué son! ¡Estos son engramas, una plantilla con la que viniste y que suplica
que la cambies! ¡Suplica que la cambies! Para cada excusa que me das, te diré
que los maestros te mirarían y dirían: No debes tenerlo. ¿Por qué no te liberas
de eso? Tú supones que eso está allí para siempre. Lo adheriste a tu persona y
así es como es. Y estás equivocado. (Risa de Kryon).
Entonces, lo que te
digo en esta corta canalización, querido, es que cada cosa de la lista que
recorreremos otra vez en un minuto, te fue dada para alterarla. Y en la
alteración de estas cosas, esa recalibración de tu
personalidad básica te llevará más rápido a volverte más cuántico, a moverte en
tu vida hacia las cosas que realmente quieres. Despeja estos obstáculos de tu
camino para que puedas avanzar en todas las cosas que hemos estado enseñando. Si
no lo haces, va a ser más difícil.
Psiquiatras y
psicólogos: Dios bendiga a estos Seres Humanos porque trabajan con otros Seres
Humanos y tratan de ayudarlos en sus vidas. Se dedican a ellos, están
absolutamente dedicados. Lo interesante de los psicólogos y psiquiatras es que
la mayoría de ellos están desequilibrados (Kryon se
ríe y el público también). Y eso es lo que los condujo al acertijo de ayudar a
la humanidad. Saben qué se siente, porque lo ven en sí mismos, lo estudian, lo
corrigen, siguen adelante, lo enseñan. Es universal, ¿saben? Pero si les
preguntan qué hacen, contestan: “Trabajamos
con un modelo estático de comportamiento humano. Tratamos de deshacer algunas de
las cosas que ha hecho el Ser Humano. Observamos su pasado, tratamos de ponerle
una vendita mediante la toma de conciencia, el darse cuenta, la práctica, la
repetición, mediante un programa de 12 pasos, si es preciso, para liberarse de
adicciones, de miedos, de todas esas cosas, basados en un modelo estático que no puede cambiar jamás.“ Y esa, querido Ser Humano, es la
diferencia entre lo que era y lo que es. Porque ahora te estamos diciendo algo y
vamos a recorrer la lista otra vez.
¿Ha ocurrido algo en
tu vida que pueda reescribirse? No puedes cambiar el pasado, pero sí puedes cambiar la
forma en que reaccionas ante él. Las mismas cosas que usas como excusa para lo
que haces van a pertenecerles a otros humanos, no a ti. Porque empezarás a
reescribir los verdaderos engramas de tus rasgos de
personalidad para representar adecuadamente a los Maestros de la Historia.
Cuando empieces, descubrirás que no es tan difícil como temías. Todos los miedos
que llevas en el subconsciente se basan en las experiencias de vidas pasadas.
¿Qué evitas? ¿Qué es lo que no quieres hacer? Todas estas cosas, algunas
inexplicables para ti, pueden despejarse.
Te hemos dado el
proceso antes. Se empieza preguntando activamente. Entonces empiezas a practicar
estas cosas y a entrar en aquellos lugares adonde no quieres entrar. Empiezas a
dirigirte activamente a esas regiones a las que nunca irías. Si eres tímido,
empezarás a hablar con las personas sin que ellos te pregunten cómo estás.
Pronto encontrarás que es más fácil de lo que pensabas. Pronto dejarás de
desviarte de lo que ves venir. Porque eso es lo innato en tu cuerpo: la
inteligencia de tu cuerpo comienza a cooperar con ese deseo de erradicar los
miedos subconscientes y ellos desaparecerán. Lo garantizo. No los vas a cubrir
con un programa. Se van a ir. Porque vas a reescribir la información que solía
estar allí con la información nueva que vas a crear.
El ego nunca será un
problema. Estarás orgulloso de tí mismo de una
manera apropiada y nunca tendrás que contarle a nadie lo orgulloso que estás
porque el Espíritu lo sabe y está orgulloso. ¿No te alcanza con que el amor de
Dios te lleve de un lugar a otro y te diga: ¡Dios te bendiga, estamos muy
orgullosos de ti, te amamos!? Eso debería ser suficiente. No necesitarás contarle a nadie ninguna
cosa que hayas hecho, a menos que te lo pidan. No sentirás el deseo de divulgarlo y no
querrás hacerlo. Nunca más abrirás una conversación con “he aquí quién soy, he
aquí lo que hago y lo que hice.” Tal vez en las guías de autoayuda: He aquí cómo
me ayudé. No lo necesitarás, porque
estarás completo.
Esto no les cabe a
todos en la sala, pero sí a algunos de ustedes. Es duro escuchar algunas de
estas cosas.
La ira es un
producto del pasado. Te enojas porque algo desencadena tu ira. Lo que responde
en tí es una información. Estás programado. Esta
vida, alguna del pasado… no importa dónde sea. Estás programado. Y lo sabes
porque te enfada. Estás de veras respondiendo emocionalmente. Tu química empieza a cambiar, tienes que admitir que esto
es bastante profundo. ¿Te gustaría eliminar el detonante? Si reescribes la
información, ya no te enojarás más.
¡Ah, puedes
desilusionarte! ¿Sabes cómo diferenciarlo? Ya no estará la química de la furia,
todo eso que hace que tu corazón lata rápido, que te inflama, que hace que tu
mente literalmente se bloquee. Eso se irá. Ya no habrá disparador de la ira. La
ira ya no será un atributo de tu vida. Empezarás a darte cuenta después de
cierto tiempo. ¿Desilusión? Si. ¿Pena, empatía, compasión? Sí. Ira, ya
no.
Muchas veces dijimos
en el pasado: ¿Puedes alcanzar ese punto en el que otro Ser Humano te señale y
te insulte y te acuse de cosas incorrectas y tú puedas mirarlo a los ojos y sólo
sientas pena porque tiene un mal día? Ira, ya no. ¡Y tampoco reacción! No es
como antes. ¡No hay reacción! ¿Puedes llegar a ese punto en el que ya no
reacciones ante las cosas que normalmente te hacen reaccionar? No tienes
control. La reacción es una programación automática en tu atributo de
personalidad que no puedes controlar. Te defiendes automáticamente. Hablas
automáticamente cuando oyes algo que no te gusta. ¿Qué tal si pudieras
reescribir ese engrama? Puede ser que no estés de
acuerdo, pero ¿por qué tienes que responder? ¿Por qué tienes que defender algo?
Esa es la idea que otra persona tiene de ti, no eres tú. ¿Qué hay que defender?
Cuando Dios te ama al grado que te amamos, y te ve como un Ser Humano
divino caminando por este planeta
perfectamente, con sus lecciones de cada día… ¿no te alcanza con eso? Si alguien
te acusa erróneamente, puedes desilusionarte. Puedes sentir compasión. Y no
reaccionar. ¿Lo haces? No necesitas reaccionar.
¿Qué clase de juicio
emites sobre los que te acusan falsamente? Hay ciertas palabras que podrías
haber usado en el pasado. ¿Cómo juzgas a aquellos que están en la ignorancia o
tal vez mal informados y que van y hacen algunas
cosas? ¿Cuál es tu juicio sobre los que creen en algo que tú no crees? ¿Cómo los
ves? Este es uno de los más grandes, queridos. Lo creas o no. ¿Cómo los ve Dios?
¿Cómo los ve un Maestro? Hay millones de Seres Humanos que creen en ciertas
cosas espirituales a las que tú no adhieres necesariamente. ¿Qué ves en ellos?
¿Qué ves en su fervor? Te digo lo que ven los Maestros, y que esto sea tu
prueba.
“Bendito el Ser
Humano que encuentra a Dios en cualquier lugar, en cualquier forma. Porque eso
es apropiado para su sendero.” No
juzgues a aquél que no encontró a Dios como lo encontraste tú, alma vieja. Porque como sea que lo haga, es
suficientemente bueno para su sendero por ahora. Celebra el hecho de que ha
querido hacerlo y encontrar al
Creador en su interior de cualquier modo. Si quiere subir escaleras, o llamar, o
llorar, si quiere asignarlo a un profeta, está buscando lo mismo que buscaste.
Está en su propio sendero, en su propio tiempo. ¡Míralo con compasión,
comprensión y alegría! ¡Así es como Dios lo ve, alma vieja!
Cinco cosas que te
pedimos que observes en tu interior. Estamos yendo a lo básico, ¿verdad? Cada
una de las cinco. Empieza a despejarlas. Te digo, querido, que si cualquiera de
las cinco está desequilibrada, vas a tener problemas para
avanzar.
Estos son los
atributos en los que queremos que trabajes sobre tí
mismo. Y cuando hayas logrado aunque sea una corrección parcial de cualquiera de
ellos, aunque sea la intención que comienza, es como si se abriera una puerta. Y
las cosas que has pedido empiezan a acomodarse.
No te diría estas
cosas si no fuesen ciertas. Este es el sistema en su mejor expresión. Practica
la Maestría con los ejemplos que te han dado a través de la historia. Empieza a
cambiar quién eres para avanzar hacia quién serás. Y eso cambiará la Tierra.
¡Eso cambiará la Tierra! Y esta es la tarea para el alma vieja
hoy.
Y así
es.
Kryon
Traducción del
audio: Cristina Cáffaro
Edición: Susana
Peralta
Título en inglés: The Recalibration of Self – Part
3
Sitio
autorizado de Kryon por Lee Carroll <www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm>
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