Otra
cuestión sobre las sensaciones que tienes cuando tus manos se activan es
que varían tanto en intensidad como en carácter. Algunas personas se
quedan sorprendidas o se ríen ante la magnitud de energía que sienten en
sus manos; unos cuantos, ceñudos y tensos, ansiosamente quieren poder
decir: «¡Siento algo!». Y sólo unos pocos permanecen ajenos, al
principio o hasta que trabajan con ella, a la diferencia
entre esto y cualquier otra «técnica» que hayan usado. Normalmente es
porque les resulta familiar ese primer peldaño de la escalera que
conocieron y de la que se enamoraron hace mucho tiempo. Pero pronto, las
frecuencias de la Sanación Reconectiva les resultan inconfundibles y la
mayoría de las veces cuentan que ya no pueden encontrar las energías de
su técnica anterior.
No es que esas energías se hayan
«perdido». Es más bien como si las frecuencias reconectivas las hubieran
lavado e incorporado, como una ola de océano puede bañar un charco en
la orilla. Aunque puede que nunca más veas ese charco, no se ha perdido;
simplemente ha pasado a ser parte de uno mayor. En otras palabras, has
comenzado a ascender por la escalera.
-Dr. Eric Pearl-
Extracto del libro:
La Reconexión:Sana a otros;sánate a ti mismo-
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