Mucha
gente busca consejos médicos o populares, para atacar y terminar con
alguna adicción que lleva a cuesta, o porque percibe que algo que hace
con su vida o su cuerpo no es saludable. También porque está disconforme
con su aspecto físico actual, entonces decididos salen al encuentro de
algo mágico que les permita sentirse radiantes, regresar en
el tiempo unos cuantos años luciendo esbeltos y atléticos. Incluso
investigan fórmulas para conseguir felicidad, como si fuese un artículo
de oferta que se puede comprar o copiar de algún libro.
¿Quién
no ha hecho alguna vez (o varias) una dieta fantástica para bajar muchos
kilos comiendo de todo (nada de esto existe), o en un curso de cinco
días abandonar definitivamente (es improbable que se logre esto) a ese
cilindrito asesino que fumamos ansiosamente y con el cual nos
envenenamos los pulmones y le damos una puñalada al corazón?
También compramos bicicletas fijas y máquinas para hacer gimnasia en
casa que terminan en el lavadero y se convierten en un costoso y
sofisticado tendal para la ropa recién lavada. Sin contar lo que hemos
adquirido en el “compre ya” deslumbrados por el televisor.
Agotadas los intentos puertas adentro, salimos a la calle a buscar
gimnasios, salones de belleza, masajes, lugares para hacer meditación,
yoga, reiki, compramos comidas “dietéticas y de bajas calorías” etc. Y
al poco tiempo una nueva frustración nos invade porque abandonamos todo y
nada ha cambiado en nuestras vidas.
¿Saben porque pasa esto?
Porque el primer cambio es el que debemos realizar en nuestro interior.
Es probable que a alguien lo mate antes el estilo de vida que lleva que
su hipertensión arterial, diabetes y hasta el cáncer que padece.
La llave para lograr cambios verdaderos está en nuestra conciencia, y
la pregunta clave es: ¿Cómo quiero que sea mi vida? Lograr una respuesta
adecuada nos puede llevar mucho tiempo, pues venimos de una cultura,
tradición y educación que si bien tiene muchas cosas buenas, hay otras
poco saludables. Estamos llenos de creencias y vivimos en una sociedad
que nos bombardea permanentemente con mensajes que nos dicen: “Si
consumes esto serás feliz”, “Prueba esto otro que te vendo y verás que
sòs el primero”, “No escuches a nadie, solo vales vos”, “Mas tienes, mas
dichoso serás” y tantos otros mensajes negativos que nos impiden
realizarnos como personas dentro de una sociedad que nos cobija.
Siempre pienso que el consumo es como un monstruo de mil cabezas, pero
que tiene un solo cuerpo. Si te distraes en cortar todas las cabezas se
te pasa la vida, entonces tenès que arremeter contra el cuerpo y
vencerlo. Y ese cuerpo está dentro tuyo, es lo que vos querès hacer con
tu vida y que nadie puede obligarte a lo contrario.
A partir de
hoy podes empezar este ejercicio que es solamente pensar donde estas y
adonde querès llegar. Qué vida tendrás que hacer para lograrlo, cuáles
serán los sacrificios y como te sentirás con las recompensas. El resto
de lo que hablamos: las dietas, los ejercicios, la meditación etc. son
solo herramientas para lograrlo, pues no conozco a nadie que haya
cambiado demasiado su existencia a partir de incorporar estas
actividades.
Primero el cambio interior y definir la meta
hacia dónde vamos, luego el mapa de ruta y más tarde las herramientas.
De manera contraria se incluirán en tu vida como una cosa más que has
comprado, que en poco tiempo triturarás y pasara al olvido. Como tu
ilusión de que eso nuevo que adquiriste te haría cambiar la vida.
Espero que tengamos un lindo y productivo día, de nosotros también depende. Un abrazo de corazón a corazón. Alberto 15-07-13
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